28 junio 2009

¿Cuándo y cuánto?

¿Cuándo?

Por el momento no existe una fecha fija de cierre para el proyecto, ya que será la calidad literaria de la antología la que marque su confección final. No obstante, entendemos que los plazos razonables podrían ser los siguientes: un mínimo de tres meses para terminar la labor de investigación y contactar con los autores preseleccionados, otro trimestre para la selección final de los textos y la redacción del prólogo, y a continuación el tiempo que la editorial en cuestión estime necesario para la maquetación, correcciones de pruebas, diseño e impresión. En el mejor de los casos, si una editorial competente apuesta por el proyecto desde el inicio y simultanea su tarea con la del antólogo y sus colaboradores, la antología podría estar publicada, como muy pronto, en diciembre de 2009. Sin embargo, primavera-verano de 2010 parece un plazo mucho más razonable. A pesar de ello, hay que tener en cuenta el plan editorial de cada sello, que puede estar cerrado hasta inicios de 2011 y condicionar la fecha de entrada del proyecto Troyanos en su catálogo.


¿Cuánto?

El proyecto Troyanos no tiene absolutamente nada que ver con la autoedición, ni con ningún tipo de servicio editorial camuflado, ni con ninguna empresa directa o indirectamente relacionada con esas actividades comerciales de las que (con todo respeto) nos desvinculamos de raíz. El proyecto Troyanos es una iniciativa literaria ideada en diciembre de 2008 por un escritor y editor, secundada más tarde por otros escritores, editores, críticos y profesores, y que tiene como fin la publicación de un libro (presumiblemente a mediados de 2010) dentro del catálogo de una editorial de trayectoria contrastada. De hecho, sin una editorial seria detrás, el proyecto renunciará a todas aquellas fórmulas de autoedición y por lo tanto a su propia existencia. Así pues, en ningún caso y bajo ningún concepto los autores tendrán que abonar ninguna cantidad previa ni posterior.

El resultado final del proyecto será pues un libro (además de las otras posibilidades mencionadas: el libro electrónico, un archivo para impresión bajo demanda, etcétera), que tendrá su código de trece dígitos en la Agencia del ISBN del país pertinente y generará los correspondientes derechos de autor. Para ello, a los autores de los relatos seleccionados para la antología, del prólogo y de la fotografía o de la ilustración de cubierta se les propondrá un contrato formal de edición. Dependiendo de la editorial que apueste finalmente por el proyecto, los derechos de autor para los textos oscilarán entre un 8 y un 10 por ciento sobre el precio de venta al público del libro para la primera edición, a liquidar a un año vista y a dividir, como es lógico, entre todos los autores. Para los autores de la imagen de cubierta y del prólogo las condiciones pueden variar, según el acuerdo al que se llegue con la editorial. Ya tras la primera impresión, cada autor recibirá de forma gratuita unos pocos ejemplares del libro, como suele estipularse en las ediciones de antologías. Estos ejemplares, los que el autor pueda adquirir luego (con el descuento pertinente) de manera directa a la editorial y los que ésta envíe como promoción a los medios, no generarán derechos de autor.

Entendiendo que lo más probable es que se trabaje con una editorial independiente, que arriesgará un presupuesto limitado en este proyecto, los autores tampoco recibirán ningún anticipo, por mucha relevancia que pueda tener su firma en el mundo literario. Si no se llega a un acuerdo en este aspecto, se prescindirá de la participación de dicho autor. Desde este punto de vista todos los autores de la antología recibirán la misma consideración.

Dada la naturaleza del proyecto, el ámbito lingüístico y cultural que abarca, su previsible difusión en la red (amén de la distribución y del eco que pueda tener en los medios tradicionales) y el riguroso método de trabajo para la preselección de autores y la selección final de textos, parece razonable que, cuanto menos, una primera edición de la antología llegue a manos de un público potencialmente interesado.

1 comentario:

Johan Bush Walls dijo...

Espero que su proyecto tenga final feliz, lo veo ambicioso y también veo que se han echado buena carga de trabajo encima.

Salú pue.