27 junio 2009

¿Dónde?

Los primeros contactos con editoriales para la publicación de la antología se han establecido con tres sellos independientes españoles. Por diversas razones, como la doble naturaleza del proyecto (que parte de la red y llegará en forma de compilación de relatos), lo más cabal parece dirigirse a editoriales que trabajen el cuento de manera seria en sus catálogos y que sean también sensibles a la realidad y a la alternativa que conforman las bitácoras literarias, las redes sociales e Internet en general. Por ello, consideraremos con atención a aquellas editoriales que también valoren otros formatos paralelos y complementarios respecto al libro, como el libro electrónico o la impresión bajo demanda, que no son futuribles, sino oportunidades para una mejor y más completa difusión de una obra. Pero atenderemos sobre todo al buen criterio literario y editorial de cada sello y a la efectividad que haya demostrado en las estrategias de distribución y promoción de sus libros, tanto en España como en toda Latinoamérica.

Hemos empezado por España porque la iniciativa partió de la idea de un escritor y editor español y porque ése era el marco adecuado para comenzar a trabajar, pero uno de los aspectos clave del proyecto Troyanos es la asimilación de dos espacios culturales que ofrecen una oportunidad singular de alternativa, de libertad y de riqueza literaria: la red y la lengua española. Los diversos matices que el patrimonio de nuestra literatura ofrece en cada país hispanohablante (sin olvidar la presencia, cada vez más importante, del español en países como Brasil o EEUU), los millones de lectores en todo el ámbito hispano y la abundancia (la cierta saturación, incluso) de propuestas literarias en la red brindan un caudal ineludible en el que merece la pena hundir el cedazo y realizar una criba a conciencia.

Reconocemos que las aspiraciones y ambiciones del proyecto Troyanos son muchas y muy altas, pero sólo cuando se tiende hacia la utopía o el imposible se consigue lo inaudito. Lo cierto es que con lograr lo valioso, esto es: hacer una propuesta literaria seria que no defraude ni al lector, ni a los autores ni al editor, ya nos daríamos por satisfechos. También creemos firmemente que esta es una buena oportunidad para derribar unas cuantas murallas y ahí entra en juego una vez más nuestro peculiar caballo de Troya: Latinoamérica y España demasiadas veces se dan la espalda en lo literario; el circuito tradicional del libro y la realidad digital todavía (a estas alturas) se dan la espalda; incluso diferentes propuestas y discursos de un mismo país se dan la espalda por motivos no siempre literarios. Queremos acabar con todo ello y queremos porque creemos que es posible, aunque sea por una vez, en este proyecto y en este libro que se avecina.

Nos gustaría que cualquier lector desde cualquier país de Latinoamérica (sin dejar de contar, una vez más, con Brasil y EEUU) pudiera acercarse a este proyecto y a este libro en ciernes. Seguimos buscando editoriales para hacerles una propuesta formal de publicación: editores en España, México, Argentina y en otros países que deseen realizar una coedición simultánea. Editores de cualquier país hispanoamericano que prefieran publicar sólo en su marco geográfico. Editoriales a cualquier lado del Atlántico que tal vez estén en condiciones de realizar una edición universal y puedan distribuirla en toda Latinoamérica. Las opciones se multiplican. Y seguimos, por supuesto, abiertos a que otras editoriales, tal vez menos independientes, menos minoritarias, menos sensibles a lo virtual o menos expertas en el relato breve, quieran apostar por nuestra idea, si se dan cuenta de su potencial. Sólo hay un aspecto innegociable: que se respete nuestro criterio literario a la hora de elaborar la antología, o de lo contrario se convertiría en cualquier otra cosa. Buscamos un punto de equilibrio, pero preferimos una editorial minoritaria que comulgue con nuestra idea y la defienda hasta donde llegue, librería por librería, lector a lector, que aparecer de repente entre manuales de autoayuda o de cocina en las góndolas de un hipermercado, junto al papel higiénico. A partir de ahí, y dentro de unos límites que garanticen tanto la viabilidad editorial como la coherencia y la entidad literaria del proyecto, aceptaremos como positivo todo lo que ayude a que Troyanos se convierta un buen día en un libro de relatos en manos de un lector argentino, mexicano, chileno, colombiano, español…


Próxima entrada para el domingo, día 28: ¿Cuándo y cuánto?

1 comentario:

Leni dijo...

Jooo...
La curiosidad me mata.
Paciencia.
¿No es demasiado tiempo,o el tiempo nunca es demasiado?